¿Qué es la Gestalt?
La Gestalt es un enfoque humanista que surge con el trabajo de Fritz Perls y recoge influencias de distintas corrientes: psicoanálisis, zen, taoísmo, chamanismo, sufismo, hassidismo,…
Confía en la autorregulación organísmica, en la sabiduría original del organismo para obtener lo que necesita para volver al equilibrio y recuperar el bienestar.
Entiende al ser humano como totalidad en la que se integran lo corporal, emocional, mental, social y espiritual.
¿Cómo entiende los bloqueos y las emociones que nos lastran?
A veces vivimos experiencias que no podemos completar: cuando alguien nos juzgo injustamente y no nos dimos cuenta para poder contestar, cuando nos dañaron y no pudimos protegernos, cuando nos manipularon y no pudimos enfadarnos,…
Entonces esas experiencias quedan ancladas en nuestro cuerpo y mente. No podemos pensar en otra cosa o, al menos, interrumpen frecuentemente nuestra capacidad de estar presentes. Les damos vueltas sin encontrar la salida.
Es una energía emocional que se nos queda estancada y a la que necesitamos dar resolución. Pero no de cualquier manera, sino de un modo integrador, que reconfigure nuestra visión de nosotros mismos, nuestros recursos de respuesta y de actuación eficaz en el mundo.
¿Cuáles son sus principios?
Valora tres principios básicos que constituyen la base de nuestro trabajo como gestálticos.
- El aquí y ahora
- El darse cuenta
- La responsabilidad
El aquí y ahora
El primero de ellos es “el aquí y ahora”.
Todo lo que sucede lo hace en este mismo momento.
Más que buscar causas pasadas a los problemas actuales, observamos cómo experimentamos esos problemas en el presente.
A pesar de ello, es un enfoque que irremediablemente tiene en cuenta el pasado ya que nuestras experiencias previas condicionan profundamente:
- lo que percibimos actualmente
- cómo interpretamos al mundo y a nosotros mismos
- lo que sentimos aqui y ahora
- y nuestras posbilidades o dificultades de actuación
Como decía Jung, «todo lo que no haces consciente, seguirás experimentándolo recurrentemente en tu vida y lo llamarás destino».
El darse cuenta
El segundo principio es “el darse cuenta”.
Consiste en tomar conciencia de:
- lo que ocurre en torno a nosotros y en nuestro interior
- de como lo interpretamos
- de lo que sentimos física y emocionalmente
- de cómo hacemos para desconectarnos de las sensaciones o sentimientos dolorosos
- o de los placenteros, cosa que también ocurre por paradójica que parezca, evitando con ello poder utilizar el mensaje que nos dan
- o de la dificultad de, si somos capaces de escucharlos, de tenerlos en cuenta para pasar a una acción que restaure nuestro equilibrio
La responsabilidad
El último principio, también de enorme importancia en los procesos de cambio, es “la responsabilidad”.
Significa asumir que somos completamente responsables de lo que decidimos hacer, o no hacer.
De si queremos estar en el presente o seguir viviendo en el pasado.
De si queremos poner conciencia o no.
Arriesgarse a cambiar implica atravesar miedos y salir de la zona de confort.
Quedarnos como estábamos, compadeciéndonos de nosotros mismos y esperando que cambie el mundo, es más cómodo, menos arriesgado, pero pagamos un profundo coste que limita nuestra vida y nos llena de malestar.
Una vez que hemos podido, a través del acompañamiento, poner conciencia, somos responsables de mantener lo que nos perjudica.
O también podemos utilizar nuestro potencial para empezar a darnos lo que necesitamos..
¿Cómo lo utilizamos en nuestras sesiones?
Durante en trabajo en nuestras sesiones favorecemos ese “darse cuenta”, apoyando lo auténtico y descubriendo lo aprendido que te perjudica.
Para ello utilizamos distintas técnicas: la silla vacía, el trabajo con sueños, la conciencia del cuerpo, el dibujo, los medios narrativos,…
Pero lo que realmente da valor a nuestro trabajo gestáltico es lo que nosotros logramos en nuestro propio proceso: nuestro propio autoconocimiento, la verdadera aceptación de aceptación de nosotros mismos, nuestra actitud, nuestra autenticidad, y la capacidad de mostrarnos frente a nuestros clientes.
Enfocandonos en el bienestar y la creatividad
Perls: «La gestalt es demasiado buena como para dedicarla sólo a lo que no funciona».
Afortunadamente la mirada gestáltica nos sirve para mucho más que resolver lo conflictivo en nosotros mismos y en nuestras relaciones.
Nos ayuda a vivir con mayor calma, presencia, plenitud y creatividad.
Con mayor consciencia de nuestra realidad y con la capacidad de enriquecer nuestra vida y el mundo en el que vivimos.
© Olga Calvo/2025: Este material es de acceso gratuito y no puede ser modificado ni comercializado sin autorización. Busca promover el conocimiento en salud emocional, rendimiento y autocuidado responsable. Está permitida su distribución en cuanto esto no implique ningún rendimiento económico y, siempre y cuando, no se altere su texto o formato y se de crédito a su autor.
En ningún caso pretender sustituir valoraciones e intervenciones individualizadas, ni suponen ninguna recomendación sobre salud. En caso de patologías físicas o mentales, solicita una consulta con profesionales de la salud especializados.
